
Simplificar lo material
Por Lucía Serrano

Tiempo de lectura
10 minutos
Menos no es más, es mejor
¿Por qué? ¿Qué tienen que ver las cosas materiales con estar organizados, en equilibrio, ser más productivos y obtener resultados?
Porque una clave para aumentar tu productividad es minimizar la cantidad de decisiones que tienes que tomar en tu rutina diaria.
Liberarte de tomar estas decisiones permanentemente te dará foco y podrás direccionar todas tus energías y tiempo al trabajo que realmente importa.
La mayoría de estas decisiones pequeñas y recurrentes están vinculadas a lo material: mantener ordenada tu casa y tus cosas, decidir qué ponerte todos los días, etc.
Si tratas de simplificar y automatizar esas decisiones, pasarás a otro nivel, serás más productivo manteniendo el equilibrio.
¿De qué se trata?
Hace un tiempo nos interiorizamos en un movimiento llamado Life Edited. Notamos con claridad que había algo que cambiar en nuestras vidas. Que existía una forma mejor y plena de relacionarse con las cosas.
El mensaje era simple: tener menos para vivir más.
Y esa simplicidad estábamos buscando.
Como a muchos de ustedes, creciendo nos tocó tener muy cerca personas que tienen muchas cosas. Y nosotros también incorporamos esa forma de actuar como natural: comprar cosas porque “quedan bien”, o sólo para “hacer facha” (como se dice en Argentina), tener cosas “por las dudas”, tener espacios y cajas llenas de cosas viejas cuyo nuevo uso no es probable prever, cosas rotas como repuestos, y así, mucho más.
Además, es normal que nos acostumbren a la idea de que “tener más es mejor”, es signo de que “te va bien”. Si tienes una casa enorme, seguramente vives muy bien; si tienes ropa más cara y linda, seguramente eres más feliz, etc.
Inmersos en esas ideas aprendidas, sentíamos el agobio y las limitaciones que el tener, mantener y querer más cosas implica. Pero no conocíamos que existían otras alternativas.
¿Alguna vez te sentiste así?
¡Por eso las ideas de Life Edited prendieron en nosotros como pólvora! Sentimos que era la respuesta a nuestras necesidades de libertad y de simplicidad material.
Desde el momento siguiente empezamos a hacerlas parte de nuestra vida.
¿Es un proceso sencillo? No, porque implica desafiar formas muy arraigadas de hacer las cosas.
¿Vale la pena hacerlo? Sí. Apenas terminas de dar un paso te sientes más libre.
Las cosas, problemas, gastos y actividades que son “editables” lo único que hacen es distraernos y quitarnos tiempo, dinero y energía de lo que más nos importa.
Así como se pueden simplificar las actividades y manejar los tiempos según lo que para ti es importante, con las cosas pasa algo parecido. Es importante definir a nivel material qué es lo que necesitamos, para poder dedicarle el tiempo y las energías a las actividades que nos dan verdadera felicidad y gratificación todos los días.
A partir de estas ideas, emprendimos un camino en esa dirección y simplificamos lo material en nuestras vidas y en nuestro emprendimiento.
Simplificar como multiplicador para emprender
Hace un tiempo un lector me comentó que estaba atravesando una situación compleja: tenía dos trabajos administrativos, estaba bastante endeudado, había identificado algo que le gusta hacer y quería emprender pero no podía dejar sus trabajos porque tenía una familia que mantener.
Para poder dedicarse a emprender totalmente necesitaba un rédito económico que le permita mantenerse y cubrir las expectativas del estilo de vida que deseaba para su familia.
En este aspecto puntual, le sugerí leer este artículo sobre cómo tener menos, con la esperanza de que notara que simplificando lo material, y bajando las expectativas de qué cosas “necesita”, puede llegar allí mucho antes de lo esperado, sin necesidad de ganar el doble de dinero. Afortunadamente entre mis consejos y ese artículo, se inspiró y está en camino a simplificar su vida.
Este es un problema muy común que enfrentan los emprendedores o quienes desean lanzarse a emprender: tenemos miedo al camino de incertidumbre que implica y estamos abrumados por paradigmas de éxito, estímulos externos, distracciones que no nos ayudan a encontrar equilibrio y enfocar las energías en dar el salto y poner en marcha nuestro propio proyecto.
Como el caso de este lector, para lo material y lo no material, siempre se trata primero de hacer un cambio de paradigma: mirar las cosas de forma distinta, despegarse de cómo “debería ser”, de qué cosas “hay que tener” o creemos que “necesitamos” para vivir felices y crecer, para emprender.
Y a partir de ahí, paso a paso, simplificar.
Es simple: Simplifica
Cuando simplificas tu vida, estás reduciendo la complejidad en lo que haces y en lo que tienes. Simplificar es identificar lo esencial y dejar ir lo que no lo es: actividades, cosas, expectativas. Eliminando lo innecesario, hacemos lugar y tiempo para lo importante y nos damos a nosotros mismos espacio para respirar y atravesar los procesos naturales de desarrollo.
Imagínate, si simplificas:
- No dependes de las circunstancias y ni de cosas para decidirte a emprender y confiar en tu decisión.
- Al tener menos cosas, tienes menos para ordenar y limpiar, y te liberas más tiempo para aprender, equivocarte, crecer en lo que te importa.
- Puedes elegir y crear cosas increíbles sin ninguna atadura material o mental.
- Te liberas del estrés que generan las distracciones (y todo el estrés y los problemas de salud que conllevan).
Simplificar es un estilo de vida que te potencia: te enfocas en lo esencial, eliminas lo demás, y sacas lo mejor de vos en cada momento.
Si tienes un horario súper apretado, mil objetivos diarios, y trabajas mientras ves las redes sociales y suena el teléfono, es bastante probable que no logres lo mejor que puedes ¿no? ¿Qué emprendedor no quiere libertad y foco?
Dejar ir lo que no te potencia, te da libertad y foco.
La libertad que buscamos no es sólo financiera. Puedes tener un amplio nivel de libertad desde ya, incluso antes de que tu emprendimiento sea rentable. Es más, puedes ayudar a la rentabilidad de tu proyecto si sabes simplificar otras áreas de tu vida desde ahora.
Mati y yo cuando trabajábamos gastábamos muy poco y ahorrábamos la mayor parte de lo que ganábamos. Entre los ahorros, el haber ido reduciendo poco a poco nuestras cosas y vendiendo las que ya no usamos, pudimos decidirnos a dejar nuestros trabajos, dedicarnos a Superhábitos e incluso viajar, siendo cuidadosos pero sin preocuparnos demasiado por el dinero.
El simplificar como estilo de vida nos permitió emprender. Que le puedas dedicar todas tus energías a tu proyecto sin dudas va a redundar en que sea rentable mucho antes.
¿Qué podemos simplificar?
TODO.
Sí, lo que sea que se te ocurra lo puedes simplificar. Lo mejor es ir una cosa por vez. Pero a medida que vas simplificando distintas áreas de tu vida, vas a querer avanzar a otras para aumentar tu libertad.
Por ejemplo:
- Aclarar lo importante, lo esencial en tu vida. Si todavía no tienes esto claro, haz el Módulo de la Chispa Interior y genera un pequeño ritual para tenerlo presente y revisarlo cada día, eso te permite mantenerte enfocado en lo que más te importa y no distraerte.
- Desconectar Internet de vez en cuando. Haz el ejercicio de prescindir de la conexión permanente. Elige momentos del día sin conexión: una hora al día en la que desconectes Internet del celular y apagues la computadora. O un momento en el que quieras trabajar en algo importante y desconectes todo. Aunque sea media hora, notarás que te enfocas mejor y te sientes más libre. Puedes incorporarlo a tu rutina.
- Decir no a cosas no importantes: una por semana. El ejercicio de decir no es muy poderoso porque te permite salir del “no tengo tiempo” y darte cuenta de que muchas actividades que ocupan tu horario no las estás eligiendo, sino que estás diciendo sí a todo sin evaluarlo. Una vez por semana, cuando veas qué actividades se avecinan, di no a una.
- Comenzá a reducir tus cosas. Dedica 15 minutos al día a ordenar y reducir tus cosas. Puedes comenzar con un cajón, un estante, una caja, tu escritorio. Empieza con un espacio pequeño. Tomatelo con calma, ve bien de a poquito. Cuando saques cosas, clasifica qué puedes regalar y qué puedes vender, así ayudas a otros que pueden necesitar eso que vos no usas y también podés generar algo de dinero vendiendo algunas cosas. Puedes ver la experiencia de Santi en esto o nuestro desafío de las 100 cosas.
- Ordénate para hacer lo importante. Así como se puede reducir la ropa o las cosas que tienes en tu cuarto, puedes reducir tus actividades. Puedes sentarte una vez por semana a pensar en tu semana y organizarte para la que sigue (acá hay una herramienta para hacerte estos tiempos). Cada mañana hacéte una lista de 3 a 5 cosas importantes que quieras hacer y lograr ese día, así te enfocás en lo que más te importa, y evitás frustrarte por no llegar con todo.
- Alimentación. La alimentación es clave para todo lo demás que quieras hacer. Alimentarse de manera equilibrada, y sana (sin hacer dietas o ser vegetariano necesariamente) y tomar mucha agua redunda en cómo te sientas físicamente, en cuán bien funcione tu cerebro y en las energías que tengas para ponerle a las actividades. Puedes ver un poco sobre este tema en este video de Narda Lepes, donde explica que mejorar la alimentación es simplemente cocinar y prestar atención a un par de cositas. Simple ¿no? Lo importante es recordar que somos seres integrales, y tenemos emociones y cuerpos, no somos sólo entes trabajadores y racionales 🙂 .
- Ejercicio. Igual que lo anterior, el ejercicio es clave para el buen desarrollo y equilibrio, ¿cómo podemos afrontarlo de forma simple? Te recomiendo dos cosas: 1) lee este artículo de cómo comenzar a hacer ejercicio y que dure en el tiempo. Muchos emprendedores de la comunidad ya lo pusieron en práctica y se mantienen en ritmo hace meses, y 2) Simplifica y sé creativo. No hace falta pagar un gimnasio, tener ropa específica, o tener tres horas al día para hacer ejercicio. Lo que hace falta es que te enfoques en hacerlo, en mover el cuerpo y hacerte pequeños espacios para eso. Bonus: hay muchas aplicaciones para celular que tienen programas de ejercicios en 10 minutos o 15’ (como Mi Coach, Runtastik six pack, Nike, etc). Hay para todos los gustos y no hay excusas para no hacer al menos unos minutos algo de ejercicio cada día 😉
No necesitas nada para disfrutar de las cosas lindas de la vida.
Queremos que pongas en marcha tus proyectos e ideas, que te enfoques en crecer y generar algo que te entusiasme y ayude a otros.
Por eso este mes queremos que te animes a liberarte y te quedes con lo esencial.
Nos centraremos en reducir objetos y ropa durante el mes. Y veremos cómo esta práctica es aplicable a tu emprendimiento.
Simplificando te sentirás más liviano y tu proyecto crecerá como nunca antes.