Simplificando, ahorrando tiempo, esfuerzo, dinero y energías

Por Lucía Serrano


Ya pudiste experimentar pequeñas dosis de reducción en objetos, papeles y ropa.

¿Qué te pareció? ¿Cómo te sientes? ¿Te está costando?

No es fácil, por supuesto, pero en este Programa hacemos que sea simple 🙂

Esta semana te traigo otras ideas para reducir:

  •  Cuando compres cosas nuevas que sepas que necesitas, asegúrate de que sean cosas de buena calidad, que te gusten y las vayas a usar con seguridad. Es mejor gastar un poco más de dinero en algo de mejor calidad, que tener muchas cosas que no sean completamente útiles. Esto es aplicable, por ejemplo, a algunos aparatos que usas todos los días, como los auriculares. Es preferible que tengas un par de auriculares buenos y que te duren varios años, a tener varios pares, todos con algún defecto, gastando más dinero y tiempo yendo a reemplazarlos cada vez que se rompen.
  • Sepárate algo de presupuesto para transformar tus muebles, se ingenioso y busca maneras de reducir los muebles que tenés a los que necesitas y que a su vez sean prácticos. Por ejemplo, los escritorios sin patas y las repisas te facilitan mucho el ahorro de espacio y la limpieza. No necesitas mover nada, porque no hay nada en el piso.
  •  Comparte con otros. A veces no hace falta comprarse algo que vas a tener guardado y vas a usar sólo una o dos veces al año. Es preferible que, cuando llegue el momento, tengas a quien pedírselo prestado.

A nosotros nos pasó con unas mochilas de montañismo. Cuando estábamos terminando el curso de montañismo, antes de subir el último cerro que era una alta montaña (más 5mil metros) decidimos comprar mochilas, unas bien grandes para usar en esta oportunidad y después más adelante cuando viajáramos. Luego de ese cerro, no volvimos a usarlas. Así que decidimos venderlas y con ese dinero comprar unas más chicas que pudiésemos usar para todo (trabajar, viajar, el día a día en general, subir montañas, etc.). Y cuando necesitáramos unas mochilas más grandes, simplemente las pediríamos prestadas.

  • Los regalos. Aprovecha cuando te hagan regalos para hacer que encajen en tu plan de reducción: si te regalan un adorno, buscá la forma de que tenga alguna utilidad, además de que tiene un valor especial. Si tienes confianza con la persona, y podés cambiar el regalo por algo que realmente necesitás, házlo y cuéntaselo a quien te hizo el regalo. Desde ahora, comparte con quienes te rodean que estás en un proceso de reducir tus pertenencias, qué cosas necesitas y qué cosas ya no necesitas. Esto permite que cuando alguien quiera regalarte algo, sepa bien qué es lo que te gustaría y te serviría.

La propuesta que te traigo para esta última semana del mes es la siguiente:

  1. Si lograste reducir las tres semanas anteriores y estás conforme, puedes aprovechar esta última semana y poner en práctica alguna de las nuevas ideas que te propuse hoy.
  2. Si sientes que te gustaría mejorar o terminar alguno de los ejercicios de reducir papeles, objetos o ropa, aprovecha esta semana para hacerlo.
  3. Si lograste hacer las actividades de las semanas anteriores, pero aún quieres profundizar en algo, como por ejemplo conseguir algunas de las prendas que te están faltando en tu plan de 33 prendas, hazlo esta semana.

En todos los casos, reducir y simplificar es algo que una vez que lo incorporamos, se vuelve un hábito-arma súper-poderoso para vivir a partir de ahora.

Pudiste experimentarlo en distintos ámbitos de tu vida, y a partir de ahora es importante que lo incorpores a tu vida cuando tengas que tomar una decisión acerca de si comprar algo o no, por ejemplo.

Acciones para esta semana

  • Elige qué vas a hacer esta semana, de los 3 puntos que te propuse recién.
  • Aprovecha para seguir ejercitando el reducir y disfruta de este nuevo hábito. A partir de ahora, luego de lo que fuiste experimentando con tus papeles, ropa y objetos, verás que empezarás a vivir de otra manera tu relación con las cosas.