Guía para elegir la Tarea más importante cada día
por Guadalupe Salom
Tiempo de lectura
10 minutos.
No saber cómo elegir la tarea más importante de tu día puede significar una barrera en la concreción de tus metas.
Esta es una lección que aprendí después de muchos dolores de cabeza: intentando estar pendiente de todo, permanentemente caía en un remolino de estrés y, de esa manera, no avanzaba ni disfrutaba lo que hacía.
Pero cuando uno comprende que no hay que hacer todo, sino lo realmente importante, las cosas marchan mejor.
Entonces, ¿cómo elegir qué hacer?
Primero que nada, estando en sintonía con tu misión personal. Tener claro lo más importante hace que dejemos de desperdiciar energía en innumerables tareas pequeñas.
¿Por qué identificar tareas prioritarias?
Por la velocidad con que se mueve el mundo, fácilmente llenamos nuestra agenda de actividades secundarías y terminamos con la sensación de que no avanzamos pese al enorme esfuerzo que hacemos.
Esto sucede porque intentamos hacer muchas cosas a la vez y sólo respondemos sin prestar atención a nuestra misión personal. Navegando a la deriva, la ruta se vuelve invisible en el amplio mar de posibilidades cuando no usamos la brújula..
Por ejemplo, supongamos que tu objetivo hoy es comenzar una empresa. Una de las tareas principales tendrá que ver con definir el funcionamiento del negocio y no, en cambio, con pasar la mañana eligiendo la ropa con la que vas a recibir clientes en tu futura oficina. Esto no quiere decir que escoger la vestimenta esté mal, sino que es fundamental que sepas identificar lo que es primordial.
Elegir la tarea más importante cada día implica que te detengas y pienses en tus prioridades, para ahí comprender qué es aquello que puedes realizar hoy que tiene el mayor impacto en tu trabajo y en tu vida en general.
Los hábitos son mucho más que ideas: Manos a la obra
Si bien alcanzar este nivel de auto-conocimiento y tener una misión es extraordinario, no alcanza sólo con saber. Recién es el comienzo, ¡ahora hay que hacer!
Esta semana vas a comenzar a priorizar en función de tu enunciado de Misión Personal. Para eso, vamos a utilizar tus 15 minutos del lunes al viernes. Recuerda seguir usándolos en el mismo momento todos los días, así mantienes tus disparadores.
Bien, comencemos:
1. En cinco minutos, arma una lista con tus tareas cotidianas
Trata de ser lo más abarcativo posible, no te restrinjas solo a obligaciones que tienen horario definido. Incluye todas las actividades posibles: comer, hacer ejercicio, visitar a alguien, chequear redes sociales o el mail, ver un programa en televisión, etcétera. Todas cuentan e implican tiempo de tu agenda.
2. Del listado, dedica 10 minutos a elegir cuál es la tarea más importante.
Toma la decisión a partir de tu misión, ¡de nada serviría que la anotes en un papel y después la dejes guardada en un cajón! Lee el listado y piensa cual de todas esas actividades es la más importante del día. Otorgale un lugar específico en tu agenda y después organizá las demás.
A la hora de definir la tarea más importante, tiene en cuenta:
- Que sea razonable y que esté bajo tu control.
- Asume un papel comprometido en esa acción.
- Se lo más concreto posible.
- Anótala. Una meta escrita tiene más valor porque te obliga a ser específico.
¿Qué hacer con las pequeñas tareas?
Fácilmente puede que te encuentres tapado por una cantidad inexplicable de pequeñas tareas inconexas. Es como una lista de compras que pensamos al azar, y por la que, luego, caminamos de ida y de vuelta por todo el súper mercado. Esto, para darnos cuenta al final, que olvidamos la única cosa que realmente necesitábamos comprar.
Las pequeñas tareas tienen la característica de ser apilables y de consumirnos más tiempo del que pensamos. Para que esto no pase, lo más conveniente es ubicarlas en una segunda lista. Así, en caso de sobrarte tiempo después de realizar la tarea principal, podes dedicarte a ellas.
Por ejemplo, puedes revisar al final del día tus redes sociales o bien aprovechar momentos como los viajes en colectivo o tiempos de espera.
Liderar la propia vida se trata de mantener en mente la misión y organizar la vida en función de lo que es importante para vos.
Aunque esta actividad parezca muy simple, te conduce a cumplir tus objetivos de manera gradual. Identificando prioridades, poco a poco vas a empezar a notar los cambios.