Semana 4: Alimentación

Por Lucía Serrano


Estábamos viajando, un viaje de casi dos meses. Hace tiempo veníamos probando distintos tipos de ejercicio, diferentes rutinas, horarios, etc.

Habíamos comenzado muy de a poquito y logramos consolidar el hábito de mantener el ejercicio como algo cotidiano, cuatro o cinco veces a la semana.

También habíamos ejercitado el tomar más agua. Ya se había vuelto algo automático: levantarnos a la mañana, tomar medio litro de agua mientras nos organizamos para el día. Entre bloques de trabajo usando el workrave cada vez que emergía una micropausa de 30 segundos, un par de tragos de agua. En cada recreo de 15 minutos, recargábamos la botellita y tomábamos un poco más.

Así, nos acostumbramos a tomar como mínimo 2 litros de agua al día (merece la pena resaltar que a mí me cuesta más pero Mati toma tranquilamente 4 litros o más de agua por día).

Pero algo nos estaba faltando. No nos sentíamos del todo conformes con nuestro cuerpo, y los hábitos que ya habíamos adquirido de ejercicio e hidratación nos hacían muy bien pero no nos llevaban a otro nivel.

Queríamos ir un poco más allá.

Decidimos experimentar con la alimentación. Investigar más, comer de forma más consciente, buscar o diseñar una forma de alimentación que nos ayude con lo que queríamos lograr.

Y ahí comenzaron los experimentos.

Mati comenzó la Slow Carb Diet, a partir del libro The 4 hour body de Tim Ferris.

Yo comencé Ayuno Intermitente, a partir del libro que escribió y me regaló nuestro estimado amigo Ángel.

Son dos opciones, de miles. Pero eran dos formas de alimentación probadas y por personas que nos generaban confianza.

Sin embargo, cuando se trata de experimentos con la alimentación o el ejercicio, hay algo que aprendimos: hay que elegir un grupo de reglas, o una rutina de ejercicio, o un protocolo de alimentación y cumplirlo por al menos un mes y evaluar los resultados que produce en nuestro cuerpo y en nuestra vida.

Acá puedes ver las reglas de la Slow Carb Diet, la experiencia de Mati y sus consejos.

Acá puedes ver de qué se trata el Ayuno Intermitente, mi experiencia personal y algunas lecciones.

Pero no te quedes con lo que te decimos, con nuestra experiencia.

Anímate a ir más allá.

Si ya lograste consolidar al menos 5 minutos de ejercicio diario, todo lo que hagas a partir de ahora es construir sobre esa base. Puedes ir aumentando el tiempo, o buscando rutinas de ejercicio para algo que quieras lograr (acuérdate que acá tienes una base de aplicaciones y rutinas de ejercicio que pueden interesarte).

Trabajar conscientemente la alimentación es importantísimo y potencia todo lo que logras con el ejercicio, el buen descanso, la hidratación.

Lo que necesitas saber sobre alimentación

Este no es un Módulo sobre alimentación específicamente (si te interesa profundizar, escríbenos a ayuda@programa.superhabitos.com)

De nuestros conocimientos y experimentos, sí puedo asegurarte que hay dos cosas fundamentales cuando se trata de alimentación:

 

• Lo más importante es sentirse bien y que lo que comamos hoy no nos perjudique mañana.

Las dietas tradicionales no tienen sentido porque nadie disfruta el proceso, porque tienen muchas reglas y restricciones demasiado complicadas, porque implican un presupuesto muy alto que no todos pueden afrontar, o simplemente porque requieren demasiado esfuerzo y tiempo en relación a los resultados que se obtienen.

Además, en la mayoría de los casos las dietas no se mantienen en el tiempo. Son tan complejas y engorrosas que es muy fácil incumplir, frustrarse y abandonarla.

Y en definitiva ¿para qué haces una dieta? ¿para qué buscas maneras de mejorar tu alimentación? Para sentirte bien, para estar más saludable, más fuerte, para tener más energía, para vivir más años, para prevenir enfermedades, etc. Si busco cuidar mi cuerpo para vivir muchos años saludablemente y poder disfrutar de mis hijos y nietos, es poco probable que sostenga una dieta que me prive de nutrientes durante mucho tiempo.

Si busco sentirme bien y tener más energías, es muy difícil que mantenga una forma de alimentación que me prive de comer ciertos alimentos y por ende sienta hambre o desgano en el día a día.

El alimento es combustible.

Cómo comemos tiene que ser adecuado a la actividad que hacemos, a cuántas energías gastamos, y a qué queremos lograr y cómo queremos estar con nuestro cuerpo.

Estar más delgado es importante porque nos sentimos más livianos, nos gusta cómo nos vemos. Pero también tiene que ver con estar más saludables. Sólo bajar de peso no es sinónimo de estar más saludables.

 

• Para saber qué te trae los resultados que buscas, tienes que experimentar, medir y analizar.

Nada de lo que leas, ni siquiera en este Módulo, es 100% cierto para ti y tu cuerpo. Es cierto para muchas personas que lo han probado, incluso para nosotros mismos que te contamos nuestra experiencia y aprendizajes y no lo compartiríamos si no creyéramos que es bueno y útil para muchas personas.

Pero no es la verdad para vos.

Para saber qué te resulta, qué no, qué te ayuda a lograr lo que quieres y qué no, es importante que te comprometas con experimentar en tu vida y en tu cuerpo distintas formas de alimentación. Y es importante también que midas los resultados y evalúes cada tanto los cambios.

Es la única manera de saber qué le funciona a tu cuerpo, y qué te hace bien a vos.

En los ejemplos que te dí antes, a Mati la Slow Carb Diet le gusta, se siente bien y lo ayuda a lograr sus objetivos.

En mi caso, el Ayuno Intermitente. Pero para los dos fue un tiempo de analizar, experimentar, investigar, medir.

Y seguimos en ese camino, seguimos midiendo, seguimos yendo un poco más allá, seguimos evaluando los cambios en nuestro cuerpo.

En qué enfocarse

Si el alimento es combustible, no es bueno tener una alimentación que nos prive de algunos nutrientes importantes.

Por otro lado, debemos dejar de enfocarnos en el peso y prestar más atención a otros indicadores como el procentaje de grasa corporal o las medidas de nuestro cuerpo.

Y sea cual sea el protocolo de alimentación que elijamos, siempre es un buen hábito prestar más atención a los ingredientes de lo que comemos.

4 pautas simples para trabajar la alimentación más conscientemente

• Establecer reglas simples: si lo mantienes simple evitas el sufrimiento o esfuerzo enorme que puede generarte alguna privación o el exceso de reglas a cumplir. Así generarás mayor adherencia y será más fácil mantener una forma de alimentación a largo plazo.

Priorizar sentirte bien y estar bien a largo plazo: de nada sirve que hagas una dieta súper estricta hoy, adelgaces y estés como te gusta verte, si te estás perjudicando a largo plazo privándote de algunos nutrientes o haciendo ejercicios que te dañan de alguna manera.

• Experimentar cada uno, hay distintos objetivos, distintos resultados: por más que leas 100 testimonios de personas que hicieron XX dieta y les resultó, tendrás que experimentarlo en tu vida y por un tiempo hasta que veas cuáles son los resultados que te produce. Siempre experimenta en tu cuerpo, puede que en tu cuerpo los resultados no sean los mismos.

Prestar más atención a lo que comemos: así como la comida es parte de nuestra vida cotidiana, a veces comemos en automático. Es muy sano comer más conscientemente, con más lentitud, estando presentes en el momento y aprovechándolo como momento para bajar la velocidad. Además de esto, prestar atención a qué comemos es importante. No porque algo tenga un envase verde y diga "light" es cierto, ni porque diga que tiene bajas calorías es sano (muchas veces consumimos cantidades enormes de azúcares químicos, conservantes, etc. y no nos damos cuenta porque sólo miramos el envase y no nos fijamos en los ingredientes. Mirá este ejemplo, te va a sorprender).

 

Si te queda alguna duda mira cómo viven y qué comen estas personas que viven ¡hasta 140 años!

Increíble, y muy simple 🙂

No importa qué tan estricta y cuidada sea tu alimentación, si no la acompañas con un estilo de vida relajado y rodeado de afectos, no sirve 🙂

Acciones para esta semana

  • Decide algún pequeño cambio para esta semana, con reglas muy simples que complemente tu rutina ya adquirida de ejercicio diario (comer menos azúcar, o menos sal, dejar de comer harinas, o más fruta, etc.)
  • Establece cuándo lo vas a hacer (una fruta antes de ir a dormir, por ejemplo).
  • Regístralo cada día en tu diario de ejercicio: ¿cómo te sientes con eso? ¿lograste incorporarlo? ¿qué es lo que te cuesta más?
  • Mira este Video de TED que viene como anillo al dedo en esto que estamos conversando.