Antes de que vayas a vivir tu segunda semana desarrollando el hábito de Tener un Diario Personal, pensé que sería interesante dejarte un par de ideas para que tus entradas de esta semana sean más divertidas 🙂

Muchas personas sienten que no tienen mucho que contar en el diario, y ya hemos hablado un poco de eso en el texto anterior. Dijimos que eso puede llevarnos a ver con mayor detalle lo que nos sucede, ejercitar ser agradecidos o simplemente empezar a implementar cambios en lo que hacemos cada día.

Ahora bien, hay otra forma de tener siempre algo sobre lo que escribir, y es empezar a aprovechar el diario no sólo para dejar una constancia de lo que nos pasó ese día, sino también utilizarlo para reflexionar sobre nuestra persona y el pasado, presente y futuro.

Para eso se inventaron las "Sugerencias de Escritura". La idea es que en lugar de ver en el momento qué se nos ocurre que podemos escribir, empezamos directamente con una propuesta o sugerencia.

A continuación les dejo varias, y espero sus comentarios en los Foros de este Módulo para saber cuáles les resultaron más útiles o impactantes:


Pensando el Objetivo de Escribir

Sea su primera vez escribiendo un diario, o si ya lo hicieron antes, es bueno pensar por qué lo hacemos, así que una primer sugerencia sería escribir:

  • ¿Qué beneficios esperan obtener de la experiencia? ¿Qué tipo de problemas o situaciones crees que pueden mejorar con tener un diario?
  • Si ya escribieron un diario en el pasado, ¿para qué les sirvió? ¿qué hubo de bueno en esa experiencia? ¿o qué podrían cambiar?

Para aprovechar el diario en el marco del Programa:

  • ¿Qué buenos hábitos ya tienes? ¿Cómo lograste adquirirlos de manera exitosa?
  • ¿Cuándo fue la última vez que iniciaste algo nuevo que realmente te funcionó? ¿Qué obstáculos había y cómo los resolviste?

Para desarrollar la auto-consciencia:

  • Mientras empiezas a escribir, presta atención a tu cuerpo y cómo se siente en este momento: ¿cómo están tus pies, tu espalda o tus piernas? ¿Están tensos o relajados? ¿Qué otras sensaciones teines? Intenta describirlas y luego poner en palabras lo que significan. Este ejercicio puede servirte en el tiempo para darte cuenta de lo que te pasa incluso antes de pensarlo (eso es muy importante para después no reaccionar frente a lo que sucede).

Repitiendo el ejercicio de la visión en una escala diaria

  • Así como nos sirve pensar cómo nos gustarían que sean las cosas dentro de 5 años es útil hacer pequeños ejercicios diarios del mismo estilo. En 5 minutos escribí respondiendo a cómo te gustaría que las cosas sean mañana, o con respecto a un tema particular.

Retomando lecciones del Pasado

  • Busca una foto de tu niñez y mírala con mucha atención, ¿de qué momento es? ¿qué sucede en la foto? ¿y en el fondo? ¿quiénes aparecen en la foto y cómo están interactuando? Intenta describir el escenario y los objetos. Intenta describirla la escena con vida y en tus palabras. Presta atención a qué se genera en ti mientras lo haces e intenta extraer ideas para tu situación actual.

¿Estás evaluando uno oportunidad?

  • Este ejercicio apunta a tener presente en qué proyectos decidimos participar, asegurándonos que las ideas que estamos considerando se apoyen en nuestras máximas prioridades. Empieza escribiendo cuáles son tus 3 principales prioridades actualmente. Luego, escribe qué idea, proyecto o tarea estás investigando. Reflexiona: Más allá del entusiasmo inicial, ¿cuánto contribuye esta oportunidad a cada una de tus 3 prioridades? ¿Cuándo y cómo vas a ver los resultados? ¿Cuánta energía, tiempo o dinero hace falta para hacerlo realidad? ¿Es una inversión que valga la pena?

Identificando Patrones
Elige alguna de las siguientes opciones para escribir en tu diario:

  1. Escribir sobre un momento en que se te hizo pesado ir a trabajar.
  2. Escribir sobre un momento en que no pudiste completar lo que hacía falta.
  3. Escribri sobre algo externo al trabajo que te ayuda a que te vaya mejor en el trabajo.

El Email No-enviado

  • ¿Estás frustado con otra persona? Tal vez un cliente, un colega o alguien en tu familia. Escribe (pero no envíes) el mail que te gustaría escribirles diciéndoles cómo te sientes y lo que piensas. Completo, sin tapujos. Luego vuelve a leer el mail e identifica qué compromisos te unen con esa persona, qué frases son constructivas y cuáles simplemente reactivas. Usa todo esto para pensar cómo manejar la situación.

Pensando a los Demás, para entenderlos

  • Elige a una persona que sea parte de tu vida. Intenta esbozar una descripción de ellos como si fueran un personaje en una novela. Incluye aspectos externos e internos: deseos, motivaciones, detalles, hábitos, etc. Cuando termines, vuelve a leer la descripción y busca pistas que puedas usar como guía para mejorar tu relación con esa personas.

Recordando para crear

  • Completa esta oración: "Recuerdo que...". Intenta completarla respecto de juguetes, relaciones, objetos o eventos de tu infancia. Por ejemplo, "Recuerdo que la primera vez que fui a entrenar Básket me impresionó lo amarillo de la cancha". Luego intenta profundizar en cómo estaban cada uno de tus sentidos en ese momento. Puedes repetir el ejercicio tantas veces como quieras. Úsalo para descubrir qué tipo de eventos te resulta agradable recordar y qué en esos eventos es significativo para vos. Eso te permite volver a tu día a día y buscar crear más de ese tipo de experiencias.

Recordando para repetir

  • ¿Cuál ha sido la cosa o actividad más valiente que has hecho en tu vida? ¿Qué te impulsó a hacerlo?

Lo que te vuelve "loco"

  • Piensa en algo que te vuelva "loco". Tal vez es una persona, una situación, una actividad o algo sobre ti mismo. Intenta escribir por qué eso te sucede. Aprovecha la oportunidad para evaluar aquello que te hace perder el control y de que manera sería mejor afrontarlo la próxima vez que suceda.

Desarrollando nuestra atención e Inteligencia Emocional

  • Al empezar a escribir tomate un momento para ver lo que sucede a tu alrededor, utilizando todos tus sentidos, ¿qué puedes observar?, ¿qué percibes? Luego toma un momento y empieza a prestar atención a lo que te sucede internamente. ¿Cómo te sientes en este momento? ¿Cómo están tus energías? Ahora conecta las 2 cosas: ¿Hay elementos en tu ambiente que estén afectando la manera en que te sientes? ¿Alguno que te distraiga? ¿Cuáles? ¿Cómo podrías cambiarlo para que te influencien de manera positiva?

Evaluando lo que nos frena

  • ¿Hay algo que quieras hacer pero para lo que no logras juntar el coraje? ¿Qué es? ¿Por qué quieres hacerlo? ¿Qué te detiene realmente?

Recordando momentos bisagra

  • Intenta recordar momentos bisagra en tu vida. Aquellas ocasiones en que un evento inesperado o una decisión que tomaste cambiaron para siempre tu dirección o situación. Escribe lo que pasó y cómo te sentías. ¿Supiste en el momento que iba a ser algo tan importante? ¿Cuáles fueron los cambios que trajo?

 

 


Como pueden ver, cada uno de estos guiones o sugerencias buscan ayudarnos a pensar distintos aspectos de nuestra persona e historia, o a pensar la manera en que estamos abordando un problema o una relación.

El poder entender lo que nos pasa y pensar los problemas desde distintos lugares es una habilidad fundamental para cualquier emprendedor, especialmente en las duras etapas iniciales de crear un negocio.

No tenemos nadie que nos diga si estamos tomando una mala decisión por el calor del momento, y por ello necesitamos empezar a ver y descubrir nuestros estados de ánimo y cómo detectarlos.

Por otro lado, muchas de estas consignas nos llevan a pensar sobre nuestro pasado. La idea no es solo recordar, sino extraer elementos y lecciones para construir a futuro. Si sabemos qué nos funcionó antes o qué disfrutamos podemos tomar todo esto para planear nuestros próximos pasos.

Eso sí, no olvides que estas consignas no tienen por qué ser usadas a diario, y que tampoco es la idea escribir todas de una vez. Son una manera de lograr arrancar en días en que no nos sintamos inspirados a la hora de escribir nuestro diario, o una manera de darle un toque distinto si es que tenemos ganas de explorar otras dimensiones de nosotros mismos.