Si volvemos durante un momento a la Visión General con que empezamos el primer día podremos observar que ya cubrimos 4 de las 5 micro-actividades que constituyen el hábito de tener un diario y usarlo para retroalimentación. Gracias al desarrollo progresivo hemos ido incorporando cada uno, y aún nos queda una semana 🙂

En este texto vamos a cubrir el último, para ejercitarlo antes de terminar el mes: Tener momentos para revisar lo escrito y extraer ideas o lecciones.

¿Para qué nos sirve revisar nuestro Diario?

Podríamos escribir cada noche en el diario, usarlo para pensar las cosas que nos pasaron y luego simplemente pasar a lo que sigue. Eso es lo que hacía yo cuando empecé a tener uno.

Pero entonces me encontré con estas 2 frases:

Entre hombre y hombre no hay gran diferencia. La superioridad consiste en aprovechar las lecciones de la experiencia. (Tucídides - Historiador ateniense).

La experiencia no consiste en lo que se ha vivido, sino en lo que se ha reflexionado. (Jose María de Pereda - Escritor español).

Cada una, por separado, me hizo dar cuenta de que no alcanza con vivir las cosas, ni siquiera con escribirlas, para lograr sacarles el máximo provecho.

El verdadero aprendizaje se da cuando vivimos, reflexionamos sobre lo vivido y hacemos algo con ello. La reflexión en sí misma tiende a ayudarnos a ver y corregir patrones, pero sus efectos son de Largo Plazo y poco efectivos. Al volver de manera conciente sobre las entradas de nuestro diario de un período determinado podemos ver con mucha claridad qué fue pasando y cómo podemos lograr que se repita lo bueno y cambie lo malo.

La pregunta, entonces, es... ¿cuándo y cómo revisamos el Diario?

Disparadores de la Revisión del Diario

De mi experiencia hasta ahora existen 3 posibles momentos o disparadores para hacer esta revisión. Todos son utilizados por personas concretas y tienen pros y contras. Como muchas veces a lo largo de este Programa, les dejamos las 3 opciones para que elijan la que les resulte más práctica y divertida:

A. Revisar el Diario Cada Semana

Este es el método que sigo personalmente. Cada semana, al hacer tu Revisión Semanal (siguiendo el sistema de organización del Módulo N° 2), haz un momento para revisar cómo fue la semana anterior. Allí no solo anotas las reflexiones que se te ocurran en el momento, si no también vuelves sobre las entradas del diario, copias ideas o frases interesantes y escribes las reflexiones que te despierten.

Mis experiencias con este método han sido muy poderosas. Como venimos diciendo desde inicios del Módulo, nuestra memoria puede ser traicionera o poco confiable. Así, por ejemplo, tal vez una semana fue muy productiva del Lunes al Miércoles pero caótica del Jueves al Sábado. Lo más probable es que el Domingo al sentarte a revisar tus sensaciones tengan que ver con el caos de los días anteriores. Al ver nuestro diario podemos ver cómo nos sentíamos al final de cada día, qué hicimos y ver cuándo fue que la semana cambió, por qué, qué diferencia hubo entre los primeros días y la segunda mitad, etc.

En general al hacer la revisión me encuentro con 2 hechos: que hice más en esa semana de lo que había pensado al empezar a revisar, y que mis errores fueron los mismos casi todos los días. Este último aprendizaje es fundamental: si cambiamos 1 % de nuestros errores cada semana, al cabo de 2 años vamos a haber cambiado el 100 %.

B. Revisar el Diario Cada Mes

Esta opción es una variación de la anterior y, como habrán escuchado en el Panel, lo que hace Nelson Portugal.

La ventaja que tiene respecto a la primera es que se trata de un sólo bloque de tiempo al mes, y que nos permite evaluar un espectro mayor de tiempo (viendo así conductas más claras).

Las desventajas son que, por un lado, toma más tiempo cada revisión y, por otro, hace más difícil ir haciendo ajustes pequeños (en lugar de 48 al año tenemos 12).

C. Revisar nuestro diario cada vez "que algo no va bien"

Este método es usado por Rebeca Merril, una de las autoras de "Primero lo Primero". La idea fundamental es la siguiente: vas escribiendo tu diario y guardando los resultados. Al hacerlo no sólo vas teniendo un registro de los Eventos si no también que vas desarrollando tu Inteligencia Emocional.

El mismo desarrollo de tu autoconsciencia va a llevar a que detectes cuando no te estás sintiendo como te gustaría. Tal vez sientes tristeza, tal vez angustia o tal vez no terminas de tener claro qué sientes, pero sabes que algo necesita cambiar. Esas emociones son el disparador de revisar tu diario.

Lo que ella recomienda es que al detectar esos momentos te agendes uno o dos días para hacer un pequeño retiro personal, en lo posible a un lugar aislado. En esos días vuelves sobre tus entradas de los últimos meses y buscas los patrones, cuáles pueden ser las fuentes de lo que está pasando.

La ventaja es que vamos a hacer la revisión enfocado y orientados a un resultado concreto. La desventaja es que tal vez implica esperar a que el problema se profundice en lugar de resolverlo cuando es simple, y que no siempre contamos con 1 o 2 días completos para abocarnos a la revisión.

D. Que el Diario de Ideas sea la base de nuevos proyectos

Este disparador es más útil para los Diarios de Ideas, y no tanto para los personales. Lo he usado, pero especialmente lo utiliza Andrés Vögler.

En este caso el disparador es la decisión de convertir una idea en un proyecto. Así, por ejemplo, si tengo hace meses la idea de iniciar un nuevo servicio para mi emprendimiento. Al decidir esto no empezamos a trabajar la idea desde 0 si no que volvemos sobre nuestro diario y buscamos los momentos en que la pensamos, nos inspiramos o empezó a rondarnos. Así el trabajo iniciar ya con varias perspectivas y pensamientos, haciendo más fácil pulir la idea, ¿para qué empezar a construir desde el suelo cuando ya hemos hecho una base en nuestro diario?

Cómo revisar nuestro diario para extraer aprendizajes

El sistema para revisar tu diario es muy simple, y consta de 4 pasos:

  1. Antes de empezar la revisión, contesta esta pregunta: ¿hay algún tema en particular que te preocupe, o tengas dando vueltas en tu mente? Si la respuesta es sí, ponlo por escrito. Si hay más de 1, elige los 3 más importantes.
  2. Decide qué período de tu diario vas a revisar: ¿la última semana? ¿el último mes? ¿los últimos 6 meses? Asegúrate de tener todo lo escrito en esa época a mano, para que no te distraigas luego buscando.
  3. Empieza a leer, y anota las reflexiones que surjan. Simplemente recorre lo que has escrito hasta ahora y presta atención a tus palabras con respecto a esos 3 temas, cómo fue evolucionando y qué ideas o patrones se repiten. Puedes ir colocando y reuniendo las ideas en una hoja o nota aparte para cada uno de los temas. Puede ser que en el medio te des cuenta de que hay un patrón o tema muy fuerte que surge en tus diarios y que no habías tenido presente al sentarte. En ese caso crea una nueva nota o separa una nueva hoja para ese tema (y toma una bebida festejando, porque encontrar algo así es lo mejor que puede pasarte).
  4. Una vez que termines la revisión hay que hacer algo con ella. Conéctate con tu Misión y Visión y observa las hojas para cada tema: ¿qué aciertos has tenido? (puedes marcarlo con un color) ¿cuáles son los errores más comunes? (marcalo con otro). Mejor aún: ¿qué factores influencian los aciertos y los errores? ¿cómo podrías generar mejores condiciones a futuro? Utiliza esa información y define un grupo de acciones para la próxima semana, y ponlas por escrito.

¡No hay mejor forma de entender esto que practicando!

Ha llegado el momento de poner todo lo que hablamos en práctica:

1° Define qué disparador quieres utilizar para tus revisiones de Diario a futuro.

2° Para hacer un primer ejercicio, vuelve sobre todo lo escrito en tu diario este mes y prueba el sistema de revisión.